La investigación con patógenos de alto riesgo requiere no solo conocimientos científicos avanzados, sino también un entorno controlado, seguro y altamente especializado. En Fisabio, el Servicio Laboratorio NCB3 cumple esta función clave: es una instalación de nivel 3 de contención biológica que permite trabajar de forma segura y eficaz con microorganismos peligrosos. Desde su apertura en 2018, ha sido escenario de estudios fundamentales en salud pública, microbiología y virología. Hoy hablamos con Luis Villamayor, responsable del servicio, para conocer más a fondo cómo funciona este servicio estratégico para la investigación biomédica.
¿En qué consiste el Laboratorio NCB3 de Fisabio?
El objetivo de este tipo de laboratorios es permitir la manipulación deliberada de agentes biológicos de nivel de riesgo 3 de manera segura e impedir su liberación al exterior. Estos agentes biológicos son capaces de causar enfermedades graves en humanos o animales, y aunque existe riesgo de propagación a la comunidad, generalmente hay tratamientos o medidas preventivas disponibles.
El laboratorio está ubicado en el semisótano del edificio Fisabio-Dirección General de Salud Pública, en València, y está diseñado y construido según los estándares de seguridad y en cumplimiento con la norma UNE-EN 12128:1998 niveles de contención de los laboratorios de microbiología, zonas de riesgo, instalaciones y requisitos físicos de seguridad y el Real Decreto 664/1997 de 12 de mayo, sobre la protección de los trabajadores contra los riesgos relacionados con la exposición a agentes biológicos durante el trabajo.
Consiste en un área de unos 60m2 dividida en varias salas: un vestuario, dos esclusas, una sala central de esterilización y tres laboratorios independientes cada uno de aproximadamente 10m2.
¿Qué tipos de servicios ofrecéis?
El laboratorio ofrece diversos servicios para personal investigador, empresas, universidades, etc. Todos ellos incluyen el acceso a la instalación para la manipulación de agentes de riesgo 3. Esto conlleva que el cliente realiza su propio experimento, facturando únicamente las entradas al laboratorio. Además, si se solicita el servicio por primera vez, se debe seguir también una formación de acceso, un paso que prepara al usuario en nociones prácticas de bioseguridad y en la aplicación de los procedimientos básicos de trabajo en este laboratorio.
Por otro lado, también ofrecemos la posibilidad de ser nosotros quienes llevemos a cabo el experimento de usuarios externos. En este caso, pueden solicitar el presupuesto total para la realización del experimento, incluyendo un informe final detallado con los resultados.
Finalmente, el laboratorio NCB3 tiene función de biobanco y podemos biocustodiar las muestras a los clientes que soliciten el servicio. La tarifa es por criobox y año y pueden incluirse hasta 81 muestras.
¿Cuáles son las medidas de seguridad específicas implementadas en el laboratorio?
El laboratorio está diseñado para garantizar un entorno seguro para el trabajo con agentes biológicos de riesgo 3. Para ello disponemos de doble control de acceso, presión negativa en cascada con saltos de -20Pa, diferenciación entre el acceso de material y de personal, protocolos implantados y formación intensiva en esos protocolos, EPIs y equipos de barrera como las cabinas de bioseguridad.
Además, se realizan inspecciones y validaciones anuales del sistema de extracción de aire y filtros HEPA, de las cabinas de seguridad biológica y otros equipos críticos, como el autoclave y el SAS.
¿Cómo gestionáis los residuos biológicos generados en las investigaciones?
La gestión de residuos biológicos peligrosos, se realiza siguiendo protocolos establecidos. Tenemos varias formas: primero, utilizamos siempre desinfectantes validados, como amonios cuaternarios, peróxido de hidrógeno y alcohol 70. Luego, para poder sacar el material del laboratorio con seguridad, todos los residuos generados se esterilizan mediante autoclave. Aun así, y para más seguridad, los residuos se sellan y se envían a una empresa autorizada como gestora de residuos donde son tratados e incinerados.
¿Cómo se realiza la descontaminación completa de la instalación?
Puntualmente, y debido a visitas, formaciones o actuaciones sobre equipos por parte de personal técnico ajeno a la instalación, necesitamos descontaminar el laboratorio al completo. Para ello utilizamos peróxido de hidrógeno al 8%. Este compuesto se ha demostrado que es muy eficaz frente a una amplia gama de microorganismos, incluidas micobacterias, siempre que se utilice en condiciones controladas.
La aplicación se realiza mediante un sistema de nebulización automatizada, que garantiza la dispersión homogénea del desinfectante por toda la sala, incluidas zonas de difícil acceso. Este proceso asegura un alto nivel de desinfección sin dejar residuos tóxicos, ya que el peróxido se degrada en agua y oxígeno. La sala permanecerá sellada durante el proceso, que incluye un tiempo de contacto en función de los metros cúbicos, seguido de una fase de ventilación antes de reanudar la actividad. Para verificar que el proceso ha funcionado, colocamos estratégicamente controles químicos (que indican que el peróxido ha llegado a ese punto) y controles biológicos (que demuestran que el peróxido ha funcionado correctamente).
¿Cómo aseguráis la protección del personal frente a los agentes biológicos manejados?
La clave está en la formación. Antes de empezar a trabajar, se realiza una formación práctica en la misma instalación que finaliza con un ejercicio práctico de evaluación. Este ejercicio te autoriza a la realización de los protocolos básicos del laboratorio. Una vez superado, el siguiente paso sería evaluar y autorizar el protocolo propio del usuario (llamadas instrucciones técnicas de trabajo). Obtenido esto, se puede entrar a trabajar bajo supervisión hasta que el responsable del laboratorio considere que está preparado o preparada para trabajar solo o sola. Además, el laboratorio dispone de equipos de protección individual de obligado uso. Estos son equipos de respiración motorizados conectados a capuz, monos completos tipo tyvek, guantes de nitrilo largos y cortos, zuecos y cubrezapatos, manguitos desechables, etc. Además de equipos barrera como las cabinas de seguridad biológica.
¿Con qué agentes biológicos trabajáis actualmente? ¿Qué clase de experimentos se realizan con ellos?
Desde su inicio, nuestro laboratorio se centró en el trabajo con Mycobacterium tuberculosis y, a día de hoy, son varios los grupos que siguen trabajando con dicho microorganismo. Por ejemplo, uno de los grupos estudia (entre otras cosas) la epidemiología de la tuberculosis en la Comunitat Valenciana, mediante cultivo, extracción y secuenciación del ADN de cepas clínicas, mientras que otro grupo se centra en el estudio de la interacción entre M. tuberculosis y macrófagos humanos, mediante protocolos más complejos. También, y tras la pandemia, disponemos el virus SARS-CoV-2 en stock, con el que realizamos en su día ensayos de eficacia de inactivación frente a diferentes compuestos. Actualmente, estamos intentando aislar y amplificar virus del dengue, zika y chikungunya a partir de mosquitos infectados, con el objetivo de amplificar pequeñas cantidades de virus hasta alcanzar concentraciones adecuadas para su uso experimental. Cabe destacar que nuestro laboratorio está autorizado para trabajar con organismos modificados genéticamente y que actualmente tenemos autorizadas dos actividades de modificación genética de micobacterias, con el objetivo de investigar la arquitectura genética de la eficacia y la resistencia a antibióticos en Mycobacterium tuberculosis y evaluar su impacto en la sensibilidad a fármacos antituberculosos.
